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LA SAGRADA

  • palomoarriagada
  • Oct 1, 2013
  • 1 min read

Ella llegó en el vía crucis a la mitad de mis treinta y tres

Y llega a resucitarme de una larga crucifixión

me sacó las espinas de la corona del autoestima

lavó mi cara de la decepción

se hizo aun más poderosa de su luz

me vivió con su respiración boca a boca

lengua a lengua

ojos a ojos

manos a manos

cabeza a caderas

y Te quiero a Te quiero.

Ella me limpió los pies con el viento desnudo

que empezó a caminar a mi lado

y ella caminó sobre el mar muerto de mi acuario,

abrió su cama como océanos desde su puerta

organizó mis hormonas

hizo sus discípulos a mis dedos

le hablo a las asambleas de mis movimientos

me multiplicó como pez dentro de su pecera palustre

estiró con un suspiro su manto sagrado

que envuelve como sépalo el papiro

de improvisados mandamientos sin reyes

decidió echar a los espermios mercaderes de su templo.

Ella compartió conmigo el mismo pan de otro mundo posible

y el vino de su hemoglobina dentro de la copa que nutre sueños

comulgué el torturado cuerpo de la historia de la memoria

le recé a los domingos de su ausencias

y ahora en la biblia de mi corazón

hay un ante y un después de ella en mi vida.

 
 
 

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